Desde su fundación en 1881, el Museo de Antioquía se constituye en una institución que facilita un discurso entre la comunidad y sus rasgos culturales colectivos.
Su principal función ha sido la de mantener presente la memoria de los momentos históricos que han caracterizado cada época, en la cual las manifestaciones plásticas y sus protagonistas son el fundamento.
La Donación Botero enriquece el diálogo entre Museo y comunidad, es un medio eficaz para garantizar la interpretación de la cultura antioqueña, colombiana y latinoamericana, llevada por el Maestro a niveles universales. También permite crear espacios de interacción, donde el arte es una eficaz línea de comunicación, que permite reconocer los intereses de una colectividad que espera la solución urgente a sus necesidades de goce y de conocimiento.
Después de 119 años de historia, el Museo de Antioquía se fortalece para continuar siendo punto de referencia en la construcción de mecanismos para la educación de las generaciones futuras de Antioquía.
La Donación Botero es un hecho cultural sin precedentes, que permite la transformación urbana local y una posibilidad de relación directa entre los ciudadanos y su cultura.
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